Baile de Navidad de
Huancasancos, es el autentico representante del Movimiento Taky
Onqoy que llegó hasta nuestros días con una coreografía ( mudanzas)
y música propia, sin igual en la que los bailarines varones y
mujeres ejecutan un espectacular baile de prosa ( pasada) y zapateo
al compás del toque magistral del Arpa y Violín.
Se produce en
1565
en Ayacucho, entre los pueblos de Lucanas (Puquio),
Huancasancos y Huamanga. en Perú, no muy lejos de Cuzco, la antigua
capital de los Incas. El Taky Onqoy, enfermedad del baile que
consistía que los indígenas de cualquier sexo y edad se ponían
a bailar sin detenerse, en una especie de rave místico por
conminación de los huacas, los dioses-montaña (apus wamanis) para
que dejasen el cristianismo, el dios cristiano, provocando un
cataclismo cósmico que provocaría la restauración del dominio
incaico, restaurar la independencia indígena, de tal manera
constituyo una poderosa herramienta contra el NUEVO ORDEN de
protestar contra el
Poder Español
, los impuestos y mitas que los conquistadores imponen a
los Incas. |
En el Departamento de Ayacucho como producto de
Taky Onqoy surge 2 manifestaciones culturales bien diferenciados
como BAILE DE NAVIDAD y DANZANTE DE TIJERA. El primero se practica a
la fecha en las cabezadas ( Laramate, etc) y la Provincia de
Huancasancos (Hsancos, Sacsamarca, Lucanamarca y Carapo), alcanzando
su máximo desarrollo de prestancia, elegancia y compás en el Baile y
Música en la ciudad de Huancasancos como se puede rastrear a
la fecha cada 25 de Diciembre en la COMPETENCIA DE ATIPANAKUY DE
BAILE DE NAVIDAD entre los 4 ayllus ( Sauja, Huando, Jananhuanca y
Lurinhuanca) tanto en Hsancos y en la Ciudad de Lima (residentes),
cuya festividad se extiende hasta de 6 enero
BAJADA DE REYES. Al respecto a la
fecha no hay estudios que nos puedan establecer el verdadero perfil
de lo que significa el BAILE DE NAVIDAD en la provincia de
Huancasancos.
Como comprenderemos la otra
vertiente es la DANZA DE TIJERA que alcanza los Departamentos de
Ayacucho, con mayor desarrollo logrado en la Provincia de Lucanas
(Puquio) y el Departamento de Huancavelica, con un singular
caracterización tanto en el Baile y Música. Al respecto existen ya
hay muchos estudios antropológicos, sociológicos y etnológicos que
desentrañan su riqueza etnográfica.
Entonces, terminaremos
parafraseando al antropólogo
Rodrigo Montoya, quien sostiene,
que " con esta ironía recuerdan los danzantes de tijeras, de los
Andes peruanos, la rebelión de las "Guacas" (Dioses andinos) contra
los Dioses españoles, conocida como Taki Onqoy. Como ya
sabemos, la Iglesia católica llamó diablos a todos los Dioses
andinos, y el compromiso de los danzantes con los Dioses Montaña y
la Madre Tierra, de quienes reciben su fuerza fue presentado como un
"pacto con el diablo".
La danza fue prohibida,
reprimida y, a pesar de todo, se mantuvo para salir luego de la
clandestinidad hasta convertirse ahora en un espectáculo digno de
admiración en todas partes. Al hablar de las danzas y la
memoria habría que recordar también que por razones tácticas para la
evangelización de los llamados indios, la Iglesia católica permitió
que ellos danzaran para los Dioses cristianos los mismos bailes
consagrados a sus Dioses andinos.
Es muy probable en todo el
territorio que abarco el movimiento de Taky Onqoy, hasta la fecha
existan bailes y/o danzas con matices propias por desentrañar, pero
también muchos ya desaparecieron por falta de conciencia e identidad
de la sociedad en el que emergió la expresión cultural.
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